Cardenal Jorge Medina:"Debe haber medidas más estrictas en la elección de los candidatos al sacerdocio".

 El prelado jugó un papel clave en la investigación al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. 

NELLY YÁÑEZ N. 

Analiza el momento de la Iglesia chilena en la semana en que esta pidió perdón por casos de pedofilia

  Un rol clave tuvo el cardenal Jorge Medina (83) -durante su estada en el Vaticano- en la entrega a Joseph Ratzinger de un dossier con acusaciones de pedofilia en contra de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Hoy, como Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, valora la actitud del hoy Papa, por pedir disculpas y sostener que los involucrados responderán ante Dios y la ley. Y también los pasos dados en Chile.

"La actitud del Papa -sostiene- está en los lineamientos de Jesucristo, quien dijo: 'La verdad os hará libres'".

-¿Qué le parece que la Iglesia chilena haya hecho un inédito perdón por estos casos?

"Es un perdón trascendente. Si alguna cosa sucede mal en la Iglesia, todos estamos afligidos. Nos duele y deseamos, por supuesto, que las fragilidades humanas no perjudiquen la labor de la Iglesia".

-¿No debió haber sido antes?

"Siempre uno se pregunta si se pudo hacer más, si se pudo hacer antes. Dios, nuestro Señor, juzgará".

-¿La Iglesia debió tener una actitud más enérgica?

"No soy quién para juzgar a mis hermanos obispos. Creo que ellos han actuado siempre conforme a la responsabilidad de un verdadero pastor".

-¿Cómo interpreta que monseñor Goic haya convocado a la comunidad a denunciar?

"Si alguien tiene noticias de algo que no está bien, es una ayuda que lo diga, que lo denuncie. Monseñor Goic actuó con fidelidad a la tradición de la Iglesia sobre la verdad".

-¿Se debieran tomar medidas drásticas en contra de quienes se aparten de la línea fijada por la Iglesia? La Conferencia Episcopal fue enfática en que "no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores de edad"...

"Una vez que estén comprobados los hechos y que sea claro que no se trata de una imputación antojadiza o falsa, por cierto. Pero los casos se deben examinar también con toda acuciosidad para evitar que se cometan errores; que se ceda a alguna imputación calumniosa. Si hay que tomar medidas, se tomarán, como se han tomado en el pasado también".

-Pero ahora la situación se ve distinta. ¿Son necesarias mayores medidas de control, por ejemplo, en las exigencias de ingreso al sacerdocio?

"Debe haber medidas más estrictas en la elección de los candidatos al sacerdocio. Las hay, pero a veces no son suficientes. No hay que olvidar que entre sus doce apóstoles Jesús eligió a Judas. Y que San Pedro lo negó, lloró, se afligió, se enmendó y Jesús lo perdonó y lo confirmó en su cargo de pastor de la Iglesia. Entonces, no creo que sea bueno hacer reglas inflexibles. Hay casos recuperables e irrecuperables. Y es indudable que, para estos últimos, dolorosamente no queda otra cosa que tomar medidas muy extremas".

-¿Como cuáles?

"La más extrema es devolver a la persona al estado laical con la prohibición estricta y definitiva de ejercer ningún acto propio del ministerio sacerdotal".

-¿Y pasarlos a la justicia?

"Cuando alguna persona cree que sus derechos han sido vulnerados, bueno, puede acudir a los tribunales y no será la Iglesia la que se oponga a que las cosas se ventilen allí".

-Usted es amigo de Fernando Karadima. ¿Cuál es su postura frente a las acusaciones?

"No voy a opinar. En este tema están la Conferencia Episcopal y el cardenal Errázuriz".

-¿Qué impresión le dejan los veinte casos dados a conocer por la Iglesia chilena?

"Algunos son efectivos y reales, son muy penosos. Sin duda alguna, hieren a la Iglesia, pero no debieran causar una desconfianza en la Iglesia. Porque el hecho de que en ésta haya pecadores, como dice el Concilio Vaticano Segundo, y los hay, no significa que no sea el instrumento de Jesucristo para llevarnos a la salvación".

-¿Cómo impactan estos casos a la Iglesia chilena?

"A algunos, sin duda, los impacta mucho. Habrá otros que se aprovechen de esto para atacar a la Iglesia. Los fieles, que son personas de profunda fe, verán que la obra de Satanás hace su trabajo y que a veces el Diablo está donde quisiéramos que no estuviera".