AUNQUE USTED NO LO CREA:
HAY JUDIOS QUE SON NAZIS
Juan Pampero
Sí. Aunque usted no lo crea, amable lector, pero es así. Hay judíos que son nazis. Y como seguramente seguirá dudando de mi palabra vea lo que le digo en lo que sigue.
El día 10 de junio de 1976, el diario judaico Jewis Press, de Nueva York, publicó el aviso que expongo en el frontispicio de ésta. Allí se convida al público para asistir el 20 de junio de 1976 a las 2:00 PM, a la ceremonia y lectura de la sentencia de excomunión, dada por ocho rabinos, de un ciudadano que nació y estudió en Alemania, emigró a los Estados Unidos donde se naturalizó y, luego de diversos avatares, llegó a ser Secretario de Estado de la Gran Democracia Americana. Su nombre Henry Kissinger, más conocido en el ghetto de Baviera cuando era purrete como Abraham Ben Elazar.
No sé lo que hizo el bueno de don Kissinger, que es hoy uno de los favoritos de Su Santidad Benedicto XVI para las cuestiones de la Paz Mundial, para que se lo penalice de esta forma. Sin embargo lo que más llama la atención, es la existencia dentro de un estado soberano y que se supone potencia mundial, de una Suprema Corte Rabínica de América, que no indica si debe entenderse América como los EE. UU. o todo el Continente Americano. Quiere decir que los de aquí… No. No, no debe ser cierto eso.
Que un nazi perdulario –decía-, que un fascista patológico, hagan una cosa como esta se entiende. Porque ellos son así, casi unos irracionales. Pero que los Elegidos por el Señor de Israel condenen a un Predilecto del Señor Tu Dios, no. Es inconcebible. Dicen las malas lenguas, que mi abuela decía nunca son lo suficientemente malas, que la excomunión del cacho de pan que fue y es don Abraham (Henry), se debió al tratado de paz entre Egipto e Israel firmado en Camp David por aquella fecha. Epoca del nunca bien ponderado Jimmy Carter que ya andaba chaireando la faca fariñera para desmierdar a Hispanoamérica.
Crux
HAY JUDIOS QUE SON NAZIS
Juan Pampero
Sí. Aunque usted no lo crea, amable lector, pero es así. Hay judíos que son nazis. Y como seguramente seguirá dudando de mi palabra vea lo que le digo en lo que sigue.
El día 10 de junio de 1976, el diario judaico Jewis Press, de Nueva York, publicó el aviso que expongo en el frontispicio de ésta. Allí se convida al público para asistir el 20 de junio de 1976 a las 2:00 PM, a la ceremonia y lectura de la sentencia de excomunión, dada por ocho rabinos, de un ciudadano que nació y estudió en Alemania, emigró a los Estados Unidos donde se naturalizó y, luego de diversos avatares, llegó a ser Secretario de Estado de la Gran Democracia Americana. Su nombre Henry Kissinger, más conocido en el ghetto de Baviera cuando era purrete como Abraham Ben Elazar.
No sé lo que hizo el bueno de don Kissinger, que es hoy uno de los favoritos de Su Santidad Benedicto XVI para las cuestiones de la Paz Mundial, para que se lo penalice de esta forma. Sin embargo lo que más llama la atención, es la existencia dentro de un estado soberano y que se supone potencia mundial, de una Suprema Corte Rabínica de América, que no indica si debe entenderse América como los EE. UU. o todo el Continente Americano. Quiere decir que los de aquí… No. No, no debe ser cierto eso.
Que un nazi perdulario –decía-, que un fascista patológico, hagan una cosa como esta se entiende. Porque ellos son así, casi unos irracionales. Pero que los Elegidos por el Señor de Israel condenen a un Predilecto del Señor Tu Dios, no. Es inconcebible. Dicen las malas lenguas, que mi abuela decía nunca son lo suficientemente malas, que la excomunión del cacho de pan que fue y es don Abraham (Henry), se debió al tratado de paz entre Egipto e Israel firmado en Camp David por aquella fecha. Epoca del nunca bien ponderado Jimmy Carter que ya andaba chaireando la faca fariñera para desmierdar a Hispanoamérica.
Crux
Estimado amigo:
ResponderEliminarHe publicado el día de ayer el texto completo de una conferencia del R.P. Olmedo sobre la Libertad Religiosa, nudo gordiano del indiferentismo, relativismo, ecumenismo y varios "ismos" más, que caracterizan la "post-modernidad".
Si le parece bien, vería con agrado que se hiciera eco de este artículo, que me parece esclarecedor como pocos, para comprender la profunda crisis actual de la Iglesia y del mundo.
Deseándole una Santa y Feliz Navidad (atrasada), me despido con un fraternal abrazo en Xto Rey
El Cruzamante