Gladius.
Discurso en Universidad de El Cairo
Habló a 1.500 millones de musulmanes de ‘un nuevo comienzo’
Pide reconocer ‘nuestra humanidad común’ y actuar a favor de los pueblos
El Cairo. DPA, AFP y redacción. Barack Obama voló a El Cairo con un objetivo: ganarse con un único discurso el corazón de 1.500 millones de musulmanes en el mundo.
Era una empresa más que difícil tomando en cuenta que su país se convirtió en los últimos 10 años, a ojos de los musulmanes, en imperio de la injusticia y del interés político sin escrúpulos.
Y sin embargo, parece haberlo logrado. Dejando de lado una minoría, los musulmanes parecieron quedar electrizados por las palabras del presidente estadounidense, que citó El Corán y aludió a las humillaciones sufridas por el pueblo palestino.
Un nuevo comienzo. “Vine a buscar un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes, un comienzo basado en el interés mutuo y el respeto mutuo, un comienzo basado en esta verdad de que Estados Unidos y el islam no se excluyen”, aseveró Obama, pretendiendo poner fin a la era de su predecesor George W. Bush.
“Mientras nuestras relaciones sean definidas por nuestras diferencias, daremos el poder a los que siembran el odio antes que la paz, a los que promueven el conflicto en vez de la cooperación”, añadió . Agregó que el reconocimiento de “ nuestra humanidad común” es el inicio de la tarea y que las palabras deben ir acompañadas de acciones en favor de los pueblos.
De Bagdad a Dubai, el tono dominante tras el discurso fue el elogio al nuevo ocupante de la Casa Blanca, que en El Cairo no dejó solo palabras bonitas, sino también una nueva “hoja de ruta” para la cooperación entre Occidente y el mundo islámico.
En Iraq quedó resonando una frase en la que Obama admitió que Estados Unidos pudo haber evitado la invasión del país hace seis años, incluso aunque ahora los iraquíes estén mejor sin el dictador Sadam Husein.
“Es muy importante que Obama no ve el islam como parte del terrorismo, sino como parte de una solución que traiga seguridad, paz y estabilidad”, dijo el clérigo chiita jeque Mohamed al Mussawi.
El mandatario no utilizó ni una sola vez la palabra “terrorismo” en su discurso. Otra importante diferencia con su antecesor, que utilizaba esta etiqueta no solo para los atacantes de la red al Qaeda, sino también para insurgentes islámicos, milicianos libaneses y activistas palestinos.
Tras señalar la necesidad de acabar con prejuicios hacia ambas partes, el presidente dedicó su discurso a señalar siete fuentes de tensión que el mundo islámico y Occidente deben enfrentar juntos.
Fuentes de tensión. El primero que señaló es el del extremismo violento de al Qaeda. Principalmente citó la situación de Afganistán y cuánto desearía su gobierno poder retirar de ahí todas sus tropas.
El segundo tema fue la situación entre israelíes, palestinos y el mundo árabe.
Obama fue claro en señalar que el vínculo entre Estados Unidos e Israel “es inquebrantable” , y señaló que negar la muerte de seis millones (el Holocausto) es infundado.
Pero, advirtió, es “innegable que el pueblo palestino también ha sufrido en la lucha por una patria”. “Soportan las humillaciones diarias, grandes y pequeñas, que surgen de la ocupación. Entonces, que no quepa duda alguna: la situación para el pueblo palestino es intolerable. Estados Unidos no les dará la espalda a las aspiraciones legítimas de los palestinos de dignidad, oportunidades y estado propio”.
Israel reaccionó al discurso indicando que esperaba una reconciliación con el mundo árabe musulmán a la vez que insistió en su necesidad de garantizar su seguridad.
El movimiento islamista palestino Hamás, considerado una organización terrorista por Washington, y que controla la franja de Gaza, señaló, por su parte, un “cambio tangible” en el discurso de Obama respecto al mundo musulmán, pero también “contradicciones”.
Irán fue otro de los aspectos salientes del discurso, dentro del tema de las armas nucleares.
Obama hizo un nuevo gesto considerable hacia Irán al reconocer públicamente la implicación de Estados Unidos en el golpe de Estado que derrocó al primer ministro Mohamad Mossadegh en 1953.
“En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente”.
Irán está enfrentado a Occidente por su programa nuclear. Teherán afirma que es con fines pacíficos pero Occidente sospecha que quiere producir armas nucleares.
Obama consideró que la confrontación sobre el controvertido programa nuclear iraní alcanzó “un punto decisivo”, aunque estimó que Teherán tiene derecho a dotarse de energía nuclear.
boca que dice grandes cosas y grandes blasfemias, y se le dio poder para obrar durante 42 meses...
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