Dedicado a un antiguo amigo quien de un día para otro como quien se voltea una chaqueta, cambio diametralmente de trato para conmigo y no ha perdido ocasión para denostar públicamente mi honra e inventar toda clase de bajezas en relación a este blog.
Para el estas palabras que encontré en el sitio arriba citado, junto con mis oraciones y sacrificios, para que cambie su actitud y actúe en consecuencia con las enseñanzas que nos dejo Nuestro Señor Jesucristo, esto es la caridad para con el prójimo.
GLADIUS.
"La historia de la infamia está siempre inconclusa por los capítulos de oprobio que escribe gente dominada por espíritus oscuros y malvados.
Muchos de estos demonios lanzan llamaradas cuando sus palabras y mentiras quedan al descubierto por la verdad y la razón, y entonces sus propias llamas los consumen.
En el ínterin, hay personas ingenuas o incautas que se aproximan a observar la falsa luminosidad de sus planteamientos; algunos quedan deslumbrados y, equivocadamente, se adhieren a causas impropias.
Otros más avispados o inteligentes se retiran a tiempo para no ser alcanzados por el fuego proveniente de acciones canallescas de quienes piensan que tienen derecho a destruir honras y reputaciones bien ganadas.
Es la sempiterna lucha entre la verdad y la mentira, entre vileza y nobleza. En definitiva, la confrontación entre quienes se apoyan en la rectitud de sus actuaciones y aquellos que se valen de todo tipo de retorcimientos para lograr determinados objetivos.
El insulto, una pendiente resbaladiza que conduce con irresponsable facilidad hacia la difamación e injuria, constituye un claro reflejo de impotencia y desesperación ante la falta de argumentos sostenibles en el tiempo y el espacio.
En su prepotencia, fruto en gran medida de la nociva mezcla de pasiones e intereses, algunos quedan atrapados entre sus angostas fronteras y pierden la chaveta.
Faltos de sensatez y serenidad, se regodean en el uso repetido de la afirmación dañina y mendaz, pero cometen un grave error al subestimar la capacidad de reacción de los blancos escogidos para dirigir sus injustos ataques.
Piensan que pueden vivir permanentemente cometiendo atropellos y disfrutando de impunidad porque menosprecian la posibilidad que tiene la gente de advertir el carácter avieso y deliberado de sus desafueros.
Como se le atribuye haber dicho en alguna ocasión a Erasmo de Rotterdam: -He dejado en el tintero los nombres propios. Si alguien se siente aludido, es su conciencia que lo acusa-".
No se a quien se refiere el post, pero te digo algo: las personas que hablan mal de otras, generalmente, le envidian y eso entorpece su inteligencia y opaca la nobleza que hubiese ante. Lo mejor ante las injurias, es la indiferencia, pues así no entras en el juego.
ResponderEliminarUn abrazo y que Dios te bendiga.