23 jun 2017

TAMBIÉN MODIFICARON LA ORACIÓN DE FATIMA

OTRAS PLUMAS: LA ORACIÓN DE FÁTIMA FUE MODIFICADA

 
En la historia de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, de la cual abunda material en internet, podemos encontrar desde escritos antiguos y manuscritos de una de las videntes, hasta investigaciones sobre varias conspiraciones que giran alrededor del tercer secreto y la identidad de la vidente Lucía, muchas de ellas de una lógica cabal.
  
Dentro de esta crónica nos centraremos en un hecho totalmente objetivo: Nuestra Señora de Fátima el 13 de Julio de 1917 nos dejó una necesaria oración, con precisas indicaciones de rezarla luego de cada misterio del Santísimo Rosario.
  
Es el objetivo de este artículo, demostrar con todo el material obtenido, que está Jaculatoria ha sido cambiada a lo largo de los ya casi 100 años desde aquel glorioso día.
  
Comencemos por 1927, en el libro: As grandes maravilhas de Fátima de 1927, escrita por el Vizconde de Montelo.
  
  
Vizconde de Montelo es el seudónimo utilizado por el Padre Manuel Nunez Formigão, quien tuvo un contacto muy cercano desde el principio de las apariciones con los tres pastorcitos. Incrédulo cuando comenzó su investigación pero el mas ferviente promotor de la causa de Fátima luego de que presenciara el milagro del sol junto a los demás testigos aquel 13 de Octubre de 1917. Tan cercano a ellos que acompañó casi hasta los últimos días a Jacinta y se lo llamó el cuarto vidente de Fátima. Él se ocupó de entrevistar a los niños desde la primera hora, y tomar nota de todo cuanto decían.
  
Debemos pensar que su aparición en esta historia es providencial ya que la mismísima Virgen le deja un mensaje personal por medio de Jacinta y del cual surge el propósito de fundar la congregación de las religiosas reparadoras de Nuestra Señora de los Dolores de Fátima.
 
En la página 77 de este libro, encontramos la oración dada a Lucía, en su idioma original, el portugués:
“Ó meu Jesus, perdoai-nos, livrai-nos do fogo do Inferno e aliviai as almas do Purgatório, especialmente as mais abandonadas”.
    
    
Traducida, nos encontramos con una oración muy diferente a la que se reza hoy:
“Oh mi Jesús, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno y alivia a las almas del Purgatorio, especialmente a las mas abandonadas”.
 
Podemos notar en estas lineas, esplendor y sencillez al mismo tiempo; la perfección de resumir en dos renglones el pedido a Dios por la Iglesia Militante (perdónanos, líbranos del fuego del Infierno) y la Purgante (alivia a las almas del Purgatorio, especialmente a las mas abandonadas) y la claridad de los términos utilizados junto a su número reducido, para poder ser recordados por los pequeños niños.
  
Como testimonios de que esta fue la oración inicialmente publicada, hallamos los siguientes documentos:

En 1933, encontramos como registro, el libro “La promesa del Señor en el Paraíso” sobre apariciones Marianas, donde la oración de Fátima traducida al español, aparece casi idéntica: solo se le agrega: perdónanos “nuestros pecados”.
   
En la página 16 se puede leer:
“¡Oh mi Jesús! perdonanos nuestros pecados; líbranos del fuego del Infierno, y alivia a las almas del Purgatorio, especialmente a las mas abandonadas”.
 
Esta pequeña variación no cambia en nada el sentido de la oración.
  
En otro libro editado en 1956, “Los grandes fenómenos de Cova da Iria” (con permiso eclesiástico de 1955), que es un testimonio ocular de los sucesos en aquel lugar, podemos leer esta certificación.
  
   
El autor declara en el segundo y tercer párrafo de la segunda página:
  
  
TRADUCCIÓN
Lectores:
... Todos los episodios ocurridos delante de mi, y que por mi van escritos en este libro, los doy todos por verdaderos, sobre mi palabra de honor.
 
Si por los restantes días de mi vida, yo negara o contradijera alguna de las verdades aquí relatadas, referentes a los hechos que sucedieron conmigo, es porque por enfermedad perdí el juicio o porque tendenciosamente me lo hicieron perder.
 
Y dice luego en la página 85:
   
TRADUCCIÓN
Jaculatoria
Luego de un tiempo de haber ofrecido a la Imagen, la vidente Lucia estuvo en Torres Novas, de visita, en casa de mis padres.
 
Estuvo una semana de visita. Vino un lunes, acompañada de su tía María da Lomba, que solía venir los lunes a vender quesos y huevos al mercado semanal de Torres Novas.
 
Volvió a su casa el lunes siguiente, acompañada también por su tía.
 
Durante los días que estuvo en nuestra casa, rezamos el tercio frente a un oratorio que mis padres tenían, el cual también tenía una pequeña Imagen de Nuestra Señora de Fátima; y siempre Lucía rezó en el intervalo de los Misterios del Rosario la siguiente Jaculatoria:
Oh mi Jesús perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, alivia a las almas del Purgatorio, principalmente a las mas abandonadas.
  
Jaculatoria esta, que Lucía decía haberles sido enseñada por Nuestra Señora en las apariciones.
 
Fue también de esta misma forma que el Sr. Padre Dr. Manuel Nunez Formigão (entonces Padre y profesor en el seminario y Liceo de Santarém) oyó de Lucía esta jaculatoria de la cual tomó debida nota.
 
Fue siempre de esta misma forma que los tres videntes la rezaban en público en Cova da Iria y que tuvo la aprobación de la autoridad eclesiástica del Patriarcado de Lisboa y del Obispado de Leiria, y rezada después por todos los sacerdotes y fieles que la conocían.
 
Y en la página 86:
  
  
TRADUCCIÓN
Nota: Parece que hubo una modificación o algún otro hecho que desconozco, pues mas tarde pasó la jaculatoria a ser dicha de la siguiente forma:
Oh mi Jesús, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, lleva a las alminhas todas al Cielo, y socorre principalmente a las que más precisan.
Esta jaculatoria, también tuvo la aprobación del Señor Obispo de Leiría, quedando así las dos jaculatorias aprobadas por la autoridad eclesiástica.
 
Para reforzar este documento, contamos también con el testimonio del señor Luiz Sena Esteves, un lector de nuestro blog, oriundo de Porto (Portugal) y residente en la ciudad de Montforte en el mismo país, nacido en Abril de 1935, que nos escribe lo siguiente:
Tengo 81 años y siempre cuando era niño y adolescente, con mis padres rezábamos la antigua y primitiva oración: «O meu Jesus, perdoai-nos y livrai-nos do fogo do Inferno, e aliviai as almas do Purgatório, principalmente as mais abandonadas». Quizás alrededor de 1960 la cambiaron. No hay duda que eliminaron «el Purgatorio» de la oración.

¿ELIMINARON “EL Purgatorio” DE LA ORACIÓN?
 
Aquí nos encontramos con dos contradicciones:
  • El significado del término “alminhas”.
  • Quién realizo el cambio.
Vayamos al año 1941, siendo Lucía desde 1928 la Hermana María Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón, nos encontramos con el libro de su 4ta Memoria en el cual reúne escritos de su puño y letra junto a la traducción al español:
   
En esta memoria escrita por Sor Lucia el 7 de Octubre de 1941, la oración se ve notoriamente distinta:
Ó meu Jesus, perdoai-nos, livrai-nos do fogo do Inferno, levai as alminhas todas para o Céu, principalmente aquelas que mais precisarem”. (Oh mi Jesús perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, lleva a todas las “alminhas” para el Cielo, principalmente a aquellas que mas lo precisan).

Y en la traducción se observa esta variante:
  

La traducción que acompaña este escrito dice:
Oh Jesús mio, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al Cielo, principalmente las más necesitadas.
 
Como se puede observar, el manuscrito de Sor Lucía difiere de la versión de 1927 y el término “alminhas” es traducido por “almas”.
 
Esta traducción sí altera el significado, pues alminhas no significa almas.
 
¿Qué son las alminhas? Claramente, y como desarrollaremos en la segunda parte del artículo, el término “alminhas” se refiere, según la cultura y devoción del pueblo portugués, a las almas del Purgatorio y no a las almas pequeñas ni a las almas de los vivientes.
 
¿Quien llevó a cabo esta modificación? Expondremos a continuación, los testimonios del mismo Padre Nunez Formigão y de Sor Lucía.
 
En la páginla 570 del libro Documentación Crítica de Fátima (DCF), edición del Santuario de Fátima 2013, se extrae la narración de la entrevista hecha a los videntes por el Padre Nunez Formigão, con una nota al pie que da fuerzas a la primera versión de la oración:
  
La nota al pie dice: 
Reproduzo este interrogatório dos videntes, sem alteração de uma vírgula, exatamente como o redigi, no dia 29 de setembro de 1917.
   
TRADUCCIÓN
Reproduzco este interrogatorio de los videntes, sin alteración de una coma, exactamente como lo redacté, el día 29 de Septiembre de 1917.
 
Pero el mismo Padre Nunez Formigão hace posteriormente esta aclaración que contradice la anterior [N. del E. Dicen que hizo la aclaración en 1955, pero se desconoce el documento contentivo de la misma]:
No manuscrito que tenho presente, que tem a data 27 de setembro de 1917 e foi escrito por mim, está a jaculatória tal como a Lúcia a ditara e como se encontra no Inquérito paroquial:
Ó meu Jesus, perdoai-nos, livrai-nos do fogo do Inferno, levai as alminhas todas a o Céu principalmente aqueles que mais precisarem”.
Logo que me foi possível, fiz uma análise conscienciosa a esta jaculatória que me pareceu na segonda parte -“... levai as alminhas todas a o Céu principalmente aqueles que mais precisarem” falha de sentido teológico. Admiti que tivesse havido uma interpretação menos exacta da parte dos videntes, criançãs rudes e ignorantes.
  
Esta expressão “alminhas” é, em Portugal, consagrada, e refere-se às Almas do Purgatório. Vivia-se, então, em plena grande guerra que tantas vidas ceifava dia a dia, comparecendo as almas mal preparadas diante de Dios. Por isso, a forma mais consentánea pareceu-me esta:
“O meu Jesus, perdoai-nos y livrai-nos do fogo do Inferno. Aliviai as almas do Purgatório, principalmente as mais abandonadas”.
E assim e dei a possível publicidade, e assim é conhecida em toda a parte. Mais tarde a revelação da 1ª parte do segredo, exarada nos manuscritos da Ir. Lúcia -a visão do Inferno e as particularidades íntimas desta 3ª aparição- permitiram dar a devida interpretacção à jaculatória transmitida pelos videntes.
  
TRADUCCIÓN
En el manuscrito que tengo presente, que tiene fecha el 27 de septiembre de 1917 y fue escrito por mi, está la jaculatoria tal como Lucía la dictara y como se encuentra en la investigación parroquial:
Oh mi Jesús, perdónanos, libranos del fuego del Infierno, lleva a las “alminhas” todas al Cielo, principalmente aquellas que mas lo precisen”.
Cuando me fue posible, hice un análisis consciente de esta jaculatoria que me pareció en su segunda parte -“lleva a las alminhas todas al cielo, principalmente a aquellas que mas lo precisen”- falta de sentido teológico. Admití que hubiese habido una interpretación menos exacta de parte de los videntes, niños rudos e ignorantes.
  
Esta expresión “alminhas” es, en Portugal, consagrada, y se refiere a las almas del Purgatorio. Se vivía entonces en plena gran guerra que tantas vidas segaba día a día, compareciendo las almas mal preparadas delante de Dios. Por eso la forma mas apropiada me pareció esta:
Oh mi Jesús, perdónanos, libranos del fuego del infierno. Alivia a las almas del Purgatorio principalmente a las mas abandonadas.
Y así le di la posible publicidad, y es así conocida en todas partes. Más tarde la revelación de la primera parte del secreto, registrada en los manuscritos de la hermana Lucía -la visión del Infierno y las particularidades íntimas de esta tercera aparición- permitieron dar la debida interpretación a la jaculatoria transmitida por los videntes.
  
Y para corroborar esta declaración, encontramos esta nota al pie, en el mismo libro:
Erro lamentável do Dr. Formigão que, não captando el sentido da prece ensinada pela Virgem, a alterou por conta própria, como ele mais tarde declarou.
  
TRADUCCIÓN
Error lamentable del Dr. Formigão que, no captando el sentido del rezo enseñado por la Virgen, la alteró por su cuenta, como declaró mas tarde.
Y en palabras de Sor Lucía en sus Memorias y en los escritos sobre la tercera aparición, del centro de estudios del Santuario de Fátima, podemos leer su interpretación que avalaría la segunda versión:
A 18 de maio de 1941, a Ir. Lúcia explicava ao Pe. José Bernardo Gonçalves, seu confessor em Espanha, que a jaculatória tinha sido modificada, “fazendo a última súplica pelas almas do Purgatório, porque diziam não entender o sentido das últimas palavras; mas eu creio que Nossa Senhora se referia às almas que se encontram em maior perigo de condenação; foi esta a impressão que me ficou, e talvez que a V. Revª lhe pareça o mesmo, depois de ter lido a parte que escrevi do segredo e sabendo que no-la ensinou a seguir, em a 3ª [aparição], Julho” (Memórias e cartas da Irmã Lúcia, introdução, notas e tradução inglesa pelo Pe. Dr. António Maria Martins, S. J., Porto, L. E., 1973, p. 442 (fac-simile) e 443 (transcrição em português).
  
TRADUCCIÓN
El 18 de Mayo de 1941, Sor Lucía explicaba al P. José Bernardo Gonçalvez, su confesor en España, que la jaculatoria había sido modificada haciendo la última súplica por las almas del Purgatorio, porque decían no entender el sentido de las últimas palabras; pero yo creo que Nuestra Señora se refería a las almas que se encuentran en mayor peligro de condenación; fue esta la impresión que me quedó y tal vez a Vuestra Reverencia le parezca lo mismo, después de haber leído la parte que escribí del secreto y sabiendo que nos las enseñó luego, en la tercera [aparición]”. (Memorias y cartas de la Hermana Lucía, introducción, notas y traducción inglesa por el P. Dr. António Maria Martins, S. J., Porto, L. E., 1973, p. 442 (fascímil) y 443 (transcripción en portugués).

Y lo mismo dirigiéndose al Obispo de Leiria, en la carta del 31 de Agosto de 1941:
Agora, Ex.ᵐᵒ e Rev.ᵐᵒ Senhor Bispo, já V. Ex.ᶜⁱᵃ Rev.ᵐᵃ compreenderá por que a mim me ficou a impressão de que as últimas palavras desta oração se referiam às almas que se encontram em maior perigo ou mais iminente de condenação. (Memórias, III, 3).
 
TRADUCCIÓN
Ahora, Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo, comprenderá porqué me quedó la impresión de que las últimas palabras de esta oración se referían a las almas que se encuentran en mayor peligro o mas inminente de condenación. (Memorias, III, 3).
 
Hasta aquí los hechos concretos y objetivos.
 
Poniendo en orden lo antes expuesto, podemos decir que:
  • El Padre Nunez Formigão interpreta y traduce la palabra “alminhas” como “almas del Purgatorio” tal cual es la definición lingüística. (Y de hecho, en su nota aclara que escribe sin alteración de una coma, aquello que ESCRIBIÓ o apuntó en 1927, no de lo que escuchó).
  • Según declara Sor Lucía, ella ENTIENDE que las “alminhas” son las pobres almas que están en mayor peligro de condenación y no las del Purgatorio (de ser esto verdadero, no puede estar en oposición al significado en portugués de dicho término: Alminhas debería ser en primer lugar almas del Purgatorio. En concreto, pedir por las almas en peligro de condenación no debería excluir pedir por las almas del Purgatorio).
  • Con este espíritu, se produce un cambio en la traducción del portugués al castellano.
 
Estas observaciones sobre la oración de Fátima nos exigen el estudio y la investigación para nuestra mejor formación, quedando el tema abierto a quienes quieran aportar mayores datos.
  
En la primera parte hemos mostrado los cambios que fue tomando la Jaculatoria dicha por Nuestra Señora de Fátima a los pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco; cambios que se fueron dando por las distintas “interpretaciones” de los partícipes. En esta segunda parte ahondaremos en detalles relevantes para la mejor comprensión de los sucesos que llevaron a estas modificaciones.
 
Para comenzar, copiamos esta nota aclaratoria, extractada de la introducción del libro de las memorias de Sor Lucía (edición de Luis Kóndor, pag.7).
Queremos fazer uma última advertência, para que o leitor entre mais bem preparado na leitura destas páginas maravilhosas. É necessário distinguir entre aquilo que a Irmã Lúcia nos apresenta como Mensagem do Céu e aquilo que ela mesma nos apresenta como «reflexão» ou «interpretação sua». O primeiro, embora dentro das dificuldades da tradução mística, oferece maiores garantias de veracidade que o segundo. Importa supor que, se Deus apresentou uns sinais tão evidentes para fazer conhecer a Sua presença nos acontecimentos de Fátima, também interveio de um modo especial para que a «Sua» Mensagem, através da Virgem, fosse bem traduzida pelos videntes para isso escolhidos. Algo de parecido ao que dizemos sobre a Igreja –se Deus entregou à Sua Igreja uma Mensagem de salvação, há que, pelo menos, aceitar que A dotou de um carisma de verdade, para que nos transmita essa Mensagem de uma maneira infalível.

Mas Lúcia apresenta-se muitas vezes como «reflectindo» sobre as palavras e os acontecimentos... certamente é um intérprete privilegiado, mas sempre e apenas «um» intérprete. Portanto, neste terreno, as palavras da Irmã Lúcia já não têm razão para exigir aquela assistência especial que reclamamos para o primeiro caso.
  
TRADUCCIÓN
Queremos hacer una última advertencia, para que el lector entre mejor preparado en la lectura de estas páginas maravillosas. Es necesario distinguir entre aquello que Sor Lucía nos presenta como Mensaje del Cielo y aquello que nos presenta como «reflexión» o «su interpretación». Lo primero, aunque dentro de las dificultades de la traducción mística, ofrece mayores garantías que la veracidad de lo segundo. Es de suponer que, si Dios presentó señales tan evidentes para hacer conocer Su presencia en los acontecimientos de Fátima, también intervino de un modo especial para que «Su» mensaje, a través de la Virgen, fuese bien traducido por los videntes para esto escogidos. Algo parecido a lo que decimos sobre la Iglesia (si Dios entregó a Su Iglesia un Mensaje de Salvación, tiene que, por lo menos, aceptar que Lo dotó de un carisma de verdad, para que nos transmita ese Mensaje de una manera infalible).
 
Pero Lucía se presenta muchas veces como «reflexionando» sobre las palabras y los acontecimientos... ciertamente es una intérprete privilegiada, pero sigue siendo apenas «una» intérprete. Por lo tanto, en este terreno, las palabras de la hermana Lucía ya no tienen razón para exigir aquella asistencia especial que reclamamos para el primer caso.
 
Teniendo muy en cuenta estas palabras, vamos al nudo del problema: LA INTERPRETACIÓN DE LA PALABRA “ALMINHAS”
 
Si buscamos en un diccionario de la lengua portuguesa, nos encontraremos con las siguientes acepciones:
al·mi·nha (alma + -inha)
substantivo feminino:
  1. Pequena alma.
  2. [Informal, Depreciativo] Pessoa, geralmente pouco desembaraçada (ex.: esta alminha enerva-me).   
    alminhas
    substantivo feminino plural
  3. Pequeno monumento na berma de um caminho que representa em geral almas do Purgatório, frequentemente construído em homenagem a ou em memória de entes queridos ou como cumprimento de promessa.
  4. Recipiente para as esmolas em igrejas católicas. = CAIXA DAS ALMAS, CAIXA DAS ALMINHAS.
TRADUCCIÓN
Al·mi·nha (alma + -inha)
Como sustantivo femenino singular:
  1. Pequeña alma.
  2. Persona que generalmente no revela timidez ni inseguridad.
    Como sustantivo femenino plural:
  3. Pequeño monumento a los lados de un camino que representa en general a las almas del purgatorio, frecuentemente construido en homenaje o memoria de seres queridos o como cumplimiento de una promesa.
  4. Recipiente para las limosnas en las iglesias católicas.
 
Si la palabra dada por Nuestra Señora a Lucía fue “alminhas”… podríamos decir entonces que las interpretaciones podrían ser varias, como por ejemplo:
  • “Lleva al Cielo a todas las personas que generalmente no revelan timidez ni inseguridad”.
  • “Lleva al Cielo a todos los pequeños monumentos a los lados de un camino que representan en general a las almas del Purgatorio”.
  • “Lleva al Cielo a todos los recipiente para las limosnas en las iglesias católicas”.
Evidentemente, esto no tiene ningún sentido…
 
Con la primera acepción, “almas pequeñas”, podríamos encontrarle algún sentido: En la escritura ascética, se utiliza este término para referirse a las almas humildes o también a las que no son dóciles a las Gracias Divinas y por esto están en mayor peligro de condenación, como por ejemplo escribe Santa Teresita del Niño Jesús:
  • “Te ruego que poses tus divinos ojos sobre un gran número de almas pequeñas”.
  • “Yo soy un alma minúscula, que solo puede ofrecer pequeñeces a Nuestro Señor”.

En este sentido, sería correcto interpretarla como Lucía le sugiere al Obispo de Leiría y a su confesor en España como se mostró en la primera parte del artículo.
 
Podemos suponer, según los testimonios expuestos en el artículo anterior, que el término dado por Nuestra Señora fue “alminhas” en plural.
 
¿Es “alminhas” un término tan ambiguo que pueda sugerir diversas interpretaciones? Pues si el Padre Nunez Formigão pudo discernir su interpretación, por extensión lo pudo hacer Sor Lucía también.
 
Mostraremos a continuación el sentido católico que tenía y tiene este término en Portugal.
 
Hay varios artículos sobre el tema, aquí un extracto con una breve explicación:
ALMINHAS. PORTUGAL FUE EL ÚNICO PAÍS QUE CREÓ ESTOS MONUMENTOS.
Ayer fue el día de los fieles difuntos, día de visitar los sepulcros de los seres queridos fallecidos y los millares de nichos, capillitas y paneles de azulejos que se encuentran abandonados a lo largo del país y que han sido blancos fáciles del vandalismo mas gratuito. Sus imágenes, representando almas de difuntos en el Purgatorio, suplican a quienes pasan rezos y limosnas para llegar al cielo. Pero al estado de degradación al que muchas “alminhas” han llegado bien pueden suplicar también por ellas mismas. Portugal es el único país que en la continuidad del Concilio de Trento (1545-1563)[1], creó los monumentos que son marcas profundas de la religiosidad popular.
 
“Las “alminhas” son una creación genuinamete portuguesa y no hay señales de este tipo de representaciones de las almas del Purgatorio, pidiendo que los vivos se acuerden de ellas para poder purificarse y “subir” al cielo, en ningún otro lugar del mundo a no ser en Portugal”, afirma Antonio Matías Coelho, profesor de historia, investigador de manifestaciones de la cultura popular y organizador de dos encuentros nacionales sobre actitudes frente a la muerte, realizados hace unos años en Chamusca. (Manuel Fernandes Vicente, Alminhas estão mais abandonadas e aguardam protecção e salvação por responsáveis pelo patrimónioDiario Público, 2 de Noviembre de 2009.  Citado en Alminhas: Portugal foi o único país a criar estes monumentos, Secretariado Nacional de la Pastoral de la Cultura-Conferencia Episcopal Portuguesa).
  
Y en la literatura encontramos el término alminhas, dirigido ya no a los monumentos sino específicamente a las mismas almas del Purgatorio.
  • “- Olha que mulher, que amizade tinha ao caixeiro, que nem manda procurar-lhe o corpo, para lhe fazer sufrágios pela sua alminha, que Deus tenha na sua divina presença, Padre nosso que estais no céus…” [Mira a esa mujer, que amistad tenía con el cajero, que no envía buscar su cuerpo, para hacer sufragios por su alma, que Dios lo tenga en su divina presencia, Padre nuestro que estás en los cielos…] (Camilo Castelo-Branco, mistérios de Lisboa, Vol. I, pág. 242. Porto, 1861)
  • “Lá vai aquela alminha e vai gemendo!” [¡Ahí va esa alma del purgatorio y va quejándose!] (Guilherme Augusto de Santa Rita, Gomes Leal, o poema dum morto, pág. 183. año 1897)
  • “O que V. R. quis foi salvar esta alminha: foi o amor, não o ódio, quem lhe guiou a pena” [Lo que V. R. quería era salvar a esta alma del purgatorio: fue el amor, no el odio, lo que guió su pluma] (Carta de Alexandre Herculano, fechada a 8 de Octubre de 1850)
  • “Alminhas do purgatório, Que estais na beira do rio, Virai-vos da outra banda, etc…” [Almas del Purgatorio, que estáis el la ribera, id para el otro lado, etc…] (Francisco Adolfo Varnhagen – Visconde de Porto Seguro, Florilégios da poesia brazileira…, Vol. I, pág. 589. Lisboa, 1850)
 
¿QUIÉN FUE EL PADRE MANUEL NUNEZ FORMIGÃO?
  
Canónigo Manuel Nunez Formigão
  
El Vizconde de Montelo, alias que usó para sus escritos, fue quien interpretó que la expresión “alminhas” se refería a  las almas del purgatorio.  Aquí un extracto de su biografía que avala su autoridad para dicha interpretación, que en sus propias palabras, tenía mas sentido teológico:
 
¿Por qué se lo llamo el cuarto vidente de Fátima?
Un suceso llamativo en esta crónica es el mensaje que Nuestra Señora deja por medio de Jacinta al mismísimo Padre Nunez Formigão.
 
La pandemia de gripe de 1918 (conocida como la gripe española) llegó a Portugal y alcanzó la provincia central de Ribatejo con gran extensión. Francisco y Jacinta fueron contagiados sin piedad.
  
Jacinta se enferma en octubre de 1918. El padre Formigão acompañó de cerca la enfermedad que inmoló a Jacinta. Amó paternalmente a la vidente, e hizo todo lo que estuvo a su alcance para mejorar las condiciones de vida de su protegida. El día 13 de octubre de 1919 encontró a la pastorcita gravemente enferma en su casa.

Internada en el Hospital Doña Estefanía de Lisboa, cama 30, recibió todos los tratamientos posibles. Pero la enfermedad progresó violentamente sin responder a ninguna medicación.

En febrero, la enfermedad acelera y Jacinta pide la presencia del padre Manuel Nunes Formigão. La madre Godinho intenta comunicarse con el sacerdote, pero no lo consigue. La pastorcita, sabiendo que su partida de este mundo para estar al lado de la Santísima Virgen estaba próxima, pide a la religiosa que transmita al padre Formigão, (a quien la Santísima Virgen mencionó expresamente por su nombre), lo antes posible, el siguiente mensaje:
“Nuestro Señor está profundamente indignado con los pecados y crímenes que se cometen en Portugal. Por eso, un terrible cataclismo de orden social amenaza a nuestro país y principalmente a la ciudad de Lisboa. Se desencadenará una guerra civil de carácter anarquista y comunista, acompañada de saqueos, asesinatos, incendios y devastaciones de toda especie. La capital se convertirá en una verdadera imagen del Infierno, es necesario que haya alguien que haga reparación”.
  
Al día siguiente por la mañana, Jacinta entrega su alma a Dios. Era el 20 de febrero de 1920.
 
Al tomar conocimiento del mensaje, que no lo oyó de boca de Jacinta, sino de la madre Godinho, escribió más tarde:
“Por inspiración de Dios, surgida después de largas horas de intimidad con Él junto al sagrario, llegué a la conclusión de que la reparación debía ser vivida por todos sus hijos, religiosas, sacerdotes y laicos, porque todos eran invitados a participar en el bien que podían y debían hacer al prójimo…”.
 
Y funda en 1926 una Congregación Religiosa dedicada íntegramente a la reparación, llamada Hermanas reparadoras de Nuestra Señora de Fátima.
 
LA JACULATORIA ENTRE 1917 A 2017
Expondremos en orden, los cambios que ha sufrido esta jaculatoria hasta nuestros días, los que no hubieran sido posibles sin aquella primera variante.
  • 1927: “Oh mi Jesús, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno y alivia a las almas del Purgatorio, especialmente a las mas abandonadas”.
  • 1933: “¡Oh mi Jesús! perdonanos nuestros pecados; líbranos del fuego del Infierno, y alivia a las almas del Purgatorio, especialmente a las mas abandonadas”.
  • 1941: “Oh Jesús mio, perdónanos, líbranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al Cielo, principalmente las más necesitadas”.

Después de 1960
 
Esta serie de cambios nos lleva a hacernos las siguientes preguntas:
  • ¿Por qué Lucía rezaba la primera versión pero a la hora de plasmar sus memorias escribió la segunda? No solo quitando la palabra Purgatorio (cuyo sentido ella misma dijo que no era el correcto) sino que también cambia “alivia” por “lleva” y agrega “todas al Cielo” y modifica “abandonadas” por “precisadas” o “necesitadas” para que cierre el sentido que quiere darle.
  • ¿Se quitó el pedido por la Iglesia purgante y se reemplazo por un doble pedido por la Iglesia militante? En esta frase: “perdónanos, líbranos del fuego del Infierno” se pide por la Iglesia Militante y en esta: “lleva todas las almas al Cielo, principalmente las más necesitadas” también.
  • ¿Excluye la interpretación de Sor Lucía lo que el Padre Formigão tradujo? Si así fuera, sería un error, pues es deber cristiano pedir por las almas del Purgatorio. Y justamente por esta razón, ¡el término “abandonadas”, “precisadas”, “necesitadas” sugiere a aquellas almas por quienes nadie reza, pues Dios NO abandona a ningún alma!

¿Es correcto pedir por todas las almas? Para quien conoce la Doctrina Católica, sabe que es válido pedir por todas las almas ya que Dios quiere la salvación de todas ellas, aunque igualmente muchas se condenarán; sabe que esa oración puede ayudar al entendimiento y colaboración de alguna persona, en las Gracias que Dios le envía para salvarse, si no está siguiendo el camino correcto; también sabe que puede aliviar a un alma del purgatorio, cuya salvación ya esta asegurada, y sabe también que aquellas almas que ya están en el infierno no pueden sacar ningún provecho de estas oraciones.
  
Para quienes no conocen la Doctrina Católica, esto puede llevar al error de estar pidiendo una Misericordia sin Justicia y no cabe duda que así sucede con esta tendencia modernista de hacer desaparecer el Purgatorio y el Infierno.
  
¿Hay más almas necesitadas de la salvación que otras? Claramente no. Sería correcto decir que hay mas almas en peligro de condenación por rechazar las gracias que Dios les envía, pero estrictamente hablando todas las almas necesitamos de la misma manera la salvación.
   
Ambas versiones han sido aprobadas y rezadas por la Iglesia antes de 1960, tiempo en que los Católicos de todo tipo y lugar comprendían la doctrina.
   
Debido a los tiempos confusos es menester hacer estas aclaraciones y ha sido el motivo del trabajo. Saque el lector sus propias conclusiones y destínelas para mayor Gloria de Dios.
 
FUENTES
NOTA
[1] Concilio en el cual se reafirmó el dogma de que existe el Purgatorio, y que las almas allí detenidas son socorridas por los sufragios de los fieles, y sobre todo por el Santo Sacrificio del Altar.

TOMADO DE: 
http://wwwmileschristi.blogspot.cl/2017/02/otras-plumas-la-oracion-de-fatima-fue.html

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